KTM

“Es torpe, pesada y descomunal... pero cuando se enfada, la KTM 1290 Super Adventure R es imbatible”

KTM 1290 Super Adventure R

Hay motos grandes. Hay motos potentes. Y luego está la KTM 1290 Super Adventure R, una bestia que no pide permiso, no conoce la piedad y no se deja querer fácilmente. En su último vídeo, FortNine, el siempre afilado canal canadiense, desmonta el mito (y de paso, casi desmonta al piloto) de esta colosal máquina naranja nacida para el off-road… pero no para todo el mundo.

Porque sí, es imponente, está cargada de tecnología y tiene un motor que podría remolcar un avión, pero también es torpe en parado, excesiva en potencia y tan amistosa como un rinoceronte con dolor de muelas.


Una aventura... con muchas condiciones

En teoría, la Super Adventure R está diseñada para devorar kilómetros de tierra, cruzar desiertos, escalar montañas y dejar en ridículo a cualquier SUV con aspiraciones. Y sobre el papel, lo consigue: 160 caballos, suspensiones WP con largo recorrido, chasis ultrarreforzado y electrónica de última generación.

Pero aquí viene el matiz: solo si sabes exactamente lo que estás haciendo.

FortNine lo deja claro: la moto es demasiado para la mayoría de los mortales. No porque esté mal hecha (todo lo contrario), sino porque exige una experiencia, fuerza y determinación que no todos tienen. No es una moto que se deje domar fácilmente. Más bien, te tolera... si le caes bien.


El problema no es lo que tiene, sino lo que pesa

Con más de 240 kilos en orden de marcha, esta KTM se convierte en un animal difícil de manejar en parado o a baja velocidad. Como dice el vídeo, lo que en una trail ligera es una corrección rápida, aquí es una caída en cámara lenta. Una caída cara, además.

Y no ayuda que el motor —por más que esté suavizado por la electrónica— sea un torbellino de potencia. En autopista es una delicia. En pista rápida, una catapulta. Pero en una senda estrecha entre árboles y raíces… una pesadilla con matrícula.


Pero cuando se enfada… brilla

Ahora bien, si logras estar a la altura, la KTM te lo devuelve con creces. La suspensión absorbe lo imposible, el control de tracción te salva antes de que sepas que estás en peligro, y el ABS te deja hacer derrapes sin perder la rueda delantera.

En terreno abierto, pocas motos ofrecen esa sensación de potencia salvaje pero contenida. En ese contexto, la Super Adventure R no tiene rival. Es una herramienta profesional para riders que saben lo que hacen y no tienen miedo a domar una fiera.


Una moto para valientes (o muy tercos)

FortNine no la recomienda a ciegas. Tampoco la destruye. Hace algo mejor: la retrata con brutal honestidad. Si eres alto, fuerte, tienes técnica off-road y te gusta el desafío, esta moto puede darte las rutas más épicas de tu vida. Pero si lo tuyo es pasear tranquilo por pistas de grava… mejor mira hacia una Ténéré 700 o una Africa Twin.

Porque esta KTM no es para todos. Ni lo pretende. Es una moto que exige respeto, y si no se lo das, te lo cobra… con intereses.