TRIUMPH

Rompe el retrovisor de una Triumph Speed durante una prueba y se quedan la señal de 480 euros: "Si fueran sinceros"

Triumph Madrid

Una reseña crítica publicada por un cliente ha encendido las alarmas sobre el funcionamiento del concesionario oficial Triumph Madrid, tras una experiencia que, según su testimonio, ha estado marcada por la falta de profesionalidad, informalidad y mala gestión comercial.

El cliente explica en su queja que el proceso comenzó con el interés por una Triumph Speed 400, atraído por una promoción de 660 euros de descuento. Aceptó probar la moto, para lo cual el concesionario le ofreció una franquicia de 200 € en caso de incidente. Sin embargo, tras un pequeño accidente durante la prueba, la sorpresa llegó cuando le reclamaron 240 euros por el kit de dos espejos, pese a haberse dañado solo uno. "Empezamos mal: pagar 2 espejos en lugar de 1 y más de los 200 € comentados", afirma el usuario, que además descubrió que había firmado por error una franquicia de 300 €.

Para evitar pagar los retrovisores, el cliente accedió a reservar la moto, dejando una señal de 480 €. Sin embargo, al día siguiente, tras reflexionar, escribió al vendedor para pedir un tiempo de decisión, debido a su inexperiencia con motos. El lunes siguiente, el propio concesionario le sugirió hacer un curso de reciclaje antes de tomar una decisión definitiva. “Me parece una buena idea y le solicito un plazo de 2 meses”, relata el cliente.

El concesionario, según su versión, aceptó ese plazo, y además le prometieron que si finalmente no compraba la moto, le devolverían la señal descontando el coste del espejo: “Otro punto a favor del concesionario”, escribe.

Sin embargo, tras unas semanas de retraso por lluvias y tras empezar finalmente las clases, la situación dio un giro inesperado. El cliente se dirigió al concesionario con la intención de cerrar la compra, pero allí le informaron de que el precio había subido 260 euros, eliminando de facto la promoción inicial. Ante su negativa a pagar más, el cliente pidió cancelar el pedido y recuperar su señal.

Y aquí llegó el punto de ruptura: “La dirección decide que no se devuelve la reserva, ni siquiera descontado el espejo”, denuncia. Según explica, se sintió engañado, ya que “si desde el principio hubieran sido sinceros, nos habríamos evitado problemas y esta reseña negativa”.

Pero lo que agrava aún más su experiencia es la falta de respuesta por parte de Triumph: “Llevo 25 días esperando una contestación del servicio de atención al cliente de Triumph”, lamenta.

Finalmente, lanza un consejo claro a otros potenciales compradores:
“Si no tenemos otra opción, desconfianza y todo por escrito”.

Este tipo de testimonios ponen sobre la mesa la necesidad de una mayor transparencia y profesionalidad en las concesiones oficiales, especialmente cuando se trata de marcas con la reputación internacional de Triumph.