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Revisa una Kawasaki Z900 antes de comprarla y el manillar baila más que Shakira: "Después me decís"

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Comprar una moto de segunda mano puede ser una gran oportunidad o un auténtico desastre, dependiendo de lo que uno no ve a simple vista. Eso es exactamente lo que ha evitado un cliente de Moto-check, que solicitó la inspección de una Kawasaki Z900 que, en apariencia, estaba en buen estado. Sin embargo, tras una revisión detallada, se destaparon varios fallos graves que podrían haber comprometido seriamente la seguridad del conductor.

Aparentemente perfecta… pero con un golpe oculto

A primera vista, la Kawasaki Z900 parecía lista para rodar: una moto atractiva, sin señales evidentes de haber sufrido daños graves. Pero cuando los técnicos de Moto-check comenzaron a hacer una inspección más exhaustiva, empezaron a saltar las alarmas.

La más preocupante fue sin duda la detección de que el chasis estaba levemente doblado. Un indicio claro de que la moto había sufrido una caída significativa en el pasado. Esto es especialmente grave porque el chasis es la estructura principal de la moto, y cualquier alteración en su integridad puede afectar directamente al comportamiento en carretera y a la seguridad.

Rascadas, picotazos… y un manillar completamente suelto

Además del chasis, la moto presentaba otros daños visibles: una rascada en el bloque del motor —posiblemente producto del mismo accidente— y un picotazo en el lateral del depósito de gasolina. Detalles que, aunque superficiales, confirman que la moto tuvo un pasado accidentado.

Pero lo más alarmante llegó con el manillar. Durante la revisión, los técnicos comprobaron que estaba completamente suelto y que se movía hacia arriba y hacia abajo, sin ofrecer ninguna resistencia. Un fallo gravísimo que habría puesto en riesgo al conductor nada más ponerse en marcha. Este tipo de problema podría provocar una pérdida de control total mientras se circula, con consecuencias impredecibles.

La importancia de revisar antes de comprar

Este caso deja una lección clara: no te fíes solo de las apariencias. Por muy bien que luzca una moto en fotos o incluso al verla en persona, los fallos críticos pueden estar ocultos. La revisión de Moto-check fue determinante para evitar que el cliente adquiriera una moto potencialmente peligrosa.

Antes de comprar una moto usada —especialmente modelos potentes como la Z900— es imprescindible contar con una revisión profesional e imparcial. Porque lo que no se ve, a veces, puede salir caro… o ser incluso un riesgo para tu vida.