Mundimoto le exige 450 euros por un faro y acaban devolviéndole su Kymco porque no los pagó
Un cliente ha compartido recientemente su experiencia con Mundimoto Madrid, denunciando una situación que, según él, ha supuesto una pérdida de tiempo, dinero y confianza tras la venta de su motocicleta KYMCO Super Dink 300i. Aunque en un principio el proceso de recogida y pago se desarrolló sin problemas, todo cambió a los pocos días cuando la empresa comunicó la existencia de defectos que, aseguran, no habían sido informados por el vendedor.
De una venta cerrada a una anulación inesperada
El cliente explica que unos 10 o 15 días después de entregar la moto, Mundimoto le informó que durante la inspección técnica se detectaron problemas en los faros LED. En concreto, cada faro presentaba “dos puntos fundidos” en las luces de día, lo que suponía —según el presupuesto de la empresa— un coste de 450 euros en reparaciones. Ante esta situación, le dieron dos opciones: aceptar el coste de la reparación o anular el contrato y devolver la moto.
A pesar de varios intentos de diálogo por teléfono y WhatsApp, el cliente finalmente vio cómo la venta fue cancelada y el importe reembolsado, con la consiguiente pérdida del seguro contratado, que tuvo que dar de baja y ahora volver a contratar si quiere seguir circulando con la moto.
En sus propias palabras, calificó la gestión de Mundimoto como una “vergüenza y tomadura de pelo”, y advirtió que no recomendará la empresa a nadie, además de anunciar que compartirá su experiencia en todos los foros posibles.
La respuesta de Mundimoto: reparación no comunicada y solución “justa”
Por su parte, desde Mundimoto Madrid respondieron públicamente asegurando que durante la evaluación de la moto se detectaron no solo los faros defectuosos, sino también una fuga en la bomba de agua, lo que elevaba el coste total de la reparación a 650 euros con recambios originales. Con el objetivo de reducir el impacto económico para el cliente, indicaron haber intentado localizar piezas de segunda mano, pero al no haber acuerdo, optaron por la devolución íntegra del importe.
“Sabemos que esto ha generado molestias adicionales, como el trámite del seguro, y te pedimos disculpas por ello”, señalaron desde la empresa. También insistieron en que su prioridad es la transparencia y el respeto hacia sus clientes, y que seguirán trabajando para mejorar su servicio.
¿Qué deja este caso?
Este incidente pone sobre la mesa una situación común pero delicada en el sector de compra-venta de motos usadas: la aparición de defectos técnicos tras la entrega y el desacuerdo entre vendedor y comprador sobre quién asume el coste de las reparaciones.
Aunque Mundimoto asegura haber actuado con diligencia y buena fe, la experiencia vivida por el cliente genera dudas sobre la claridad de los procesos, especialmente cuando se detectan defectos posteriores a la compra.
Para los consumidores, esta historia sirve como advertencia: es crucial dejar constancia escrita del estado exacto de la moto antes de entregarla, incluyendo fotografías actualizadas, para evitar malentendidos que puedan acabar en anulaciones de contrato, pérdida de tiempo y molestias económicas.
¿Has tenido una experiencia similar vendiendo tu moto a una empresa de este tipo? ¿Crees que estas situaciones son evitables o forman parte del riesgo de este tipo de transacciones?