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Lleva su Scrambler a Ducati Madrid y acaba tarifando: "Una avería de 78 euros podría haberme salido por unos 2700"

Ducati Scrambler

Un nuevo cliente decepcionado con Ducati Madrid ha hecho pública su experiencia, tildando de “vergonzoso” el trato recibido por el servicio técnico del concesionario oficial. El usuario llevó su motocicleta al taller ante una posible fuga en el depósito, pero según su relato, le presupuestaron 1.700 euros por una reparación que en realidad costó 78 en otro taller.

“Decidí llevar la moto a otro taller y me lo han solucionado en un momento. El depósito no estaba picado, era solo la goma bajo el tapón de la gasolina. ¡Una vergüenza, señores!”, expresa indignado.

Una reparación menor, presentada como un cambio completo

Según el cliente, Ducati Madrid diagnosticó que el depósito debía sustituirse por completo, presupuestándole inicialmente 800 euros. Sin embargo, la cifra final ascendía a 1.700 euros, ya que le informaron que el depósito que se le instalaría sería rojo, el color original de la moto según fábrica. Aquí surgió otro malentendido: el cliente había adquirido la moto en color negro mediante una bonificación del concesionario, lo que generó más confusión y malestar.

“¿Dónde se ha visto que se entregue una moto en un color diferente al que tenía cuando entró al taller, sin consultar nada al cliente?”, denuncia.

Señales de que no se desmontó nada

Otro de los elementos que refuerza la crítica del usuario es que, a pesar de que el concesionario aseguró haber revisado la moto, los vinilos del depósito estaban intactos, lo que indicaría que ni siquiera llegaron a desmontarlo, algo necesario para acceder a la pieza supuestamente defectuosa.

“Me dijeron que la habían desmontado. Mentira. Para hacerlo deberían haber quitado las lágrimas laterales del depósito que están forradas en vinilo, y ese vinilo estaba impoluto”.

Malos modos y nula solución

El cliente también denuncia un trato poco profesional por parte del personal, en concreto de un responsable del taller a quien identifica como José Luis Matarrubias. Asegura que le trataron de forma despectiva y agresiva, llegando incluso a insinuar que la moto había sufrido un accidente grave, algo que niega rotundamente.

“Ninguna solución, solo desprecio. Muy mal educado. Si no se va a cambiar todo y original, no dais servicio alguno”, concluye el afectado, que asegura no volver nunca más y recomienda otro taller donde solucionaron el problema por menos de 80 euros.


La respuesta de Ducati Madrid: “Fue solo un presupuesto, no se llegó a facturar”

Desde el concesionario, la versión es distinta. En una respuesta pública, señalan que el cliente rechazó el presupuesto propuesto y que no se llegó a efectuar ninguna reparación. Aclaran que el depósito ofrecido era el original en color rojo, y que si el cliente hubiese querido pintarlo en negro, se le habría hecho otro presupuesto adicional.

Además, niegan haber emitido un diagnóstico definitivo sobre el origen del problema, pero insisten en que, tratándose de una posible fuga de combustible, su propuesta era sustituir la pieza por seguridad, y no reparar parcialmente.

“No querríamos que su moto salga ardiendo por una mala reparación por nuestra parte”, concluyen.


¿Profesionalidad o falta de empatía?

Este nuevo caso añade más leña al fuego en torno a la gestión de Ducati Madrid, que ya ha sido objeto de críticas anteriores por presupuestos desorbitados, diagnósticos erróneos y trato deficiente hacia el cliente.

En un mercado donde la fidelización es clave, especialmente en marcas premium como Ducati, estos errores pueden salir muy caros.