Lleva su Honda CBR a revisión y el mecánico se encuentra una boa constrictor saliendo del carenado de la moto: "Lo que no me pase"
Lo que debía ser una jornada normal de trabajo en el taller AP Cycles terminó convirtiéndose en una historia digna de película. Los mecánicos del establecimiento se toparon con una escena tan surrealista como peligrosa: una boa constrictor imperator, una especie originaria de Sudamérica y completamente ajena a la fauna española, estaba saliendo por la parte baja del carenado de una Honda CBR 1000.
Según relatan desde el taller, el vehículo había llegado para una revisión rutinaria. Mientras la moto se encontraba en el elevador, uno de los técnicos notó un movimiento extraño en la parte inferior del carenado. Lo que en un principio parecía un simple cable suelto o una goma, pronto reveló su verdadera naturaleza: una serpiente de gran tamaño y vivos colores, que se deslizaba lentamente hacia el exterior.
La sorpresa fue total. “Nadie esperaba encontrarse algo así dentro de una moto”, explican desde el taller. El animal, una boa constrictor imperator, se caracteriza por su gran tamaño —pueden alcanzar los tres metros de longitud— y su temperamento tranquilo, aunque su sola presencia impone respeto.
El propietario de la motocicleta, que se encontraba en el taller en el momento del hallazgo, no tenía la menor idea de que su moto escondía una serpiente en el interior. De hecho, cuando vio asomar el cuerpo del animal, su reacción fue de incredulidad. “¿Qué es eso que tengo colgando?”, preguntó sorprendido, sin imaginar que el “objeto” era una boa viva.
Ante la inesperada situación, los responsables del taller avisaron de inmediato a la policía. Sin embargo, los agentes se encontraron igual de desconcertados. Según explican testigos presentes, la policía reconoció no saber muy bien cómo proceder, ya que no se trataba de una intervención habitual ni de un animal salvaje autóctono.
Finalmente, la boa fue retirada con precaución por personal especializado y entregada a las autoridades competentes para su identificación y traslado a un centro adecuado. El reptil se encontraba en buen estado de salud, lo que refuerza la hipótesis de que se trataba de una mascota escapada. Su coloración, poco común en ejemplares silvestres, también apuntaba en esa dirección.
El suceso ha generado un gran revuelo en redes sociales, especialmente entre los aficionados al motor, que no han tardado en bromear con el asunto: “Una CBR con turbo natural”, “la moto más exótica del año” o “un pasajero inesperado con mucho agarre”, fueron algunos de los comentarios que inundaron las publicaciones sobre el incidente.
Más allá de la anécdota, el caso ha vuelto a poner sobre la mesa el debate sobre la tenencia de animales exóticos como mascotas. Este tipo de especies, además de necesitar cuidados específicos, pueden representar un peligro si escapan o se introducen en entornos inadecuados.
En cuanto al taller, la Honda CBR 1000 ya ha recuperado la normalidad tras su insólita “visita reptiliana”, aunque los mecánicos confiesan que, a partir de ahora, mirarán dos veces dentro del carenado antes de meterle mano a cualquier moto.