Le llega una Ducati Monster que no arranca y el taller oficial le dice que el arreglo es un ojo de la cara
Un cliente de AP Cycles ha compartido recientemente su experiencia con una Ducati Monster que estuvo cerca de convertirse en un quebradero de cabeza —y de bolsillo—. Lo que parecía un simple fallo electrónico acabó desvelando una cadena de errores en otro taller, con costes desorbitados como propuesta de solución. Sin embargo, gracias a una intervención inteligente, el problema se resolvió por una tercera parte del precio que pedía Ducati.
Todo empezó con un problema de arranque
La moto llegó al taller porque no arrancaba correctamente. El velocímetro mostraba una luz roja de advertencia, indicando que no podía leer la llave correctamente. Al poner el contacto, el marcador no reaccionaba: ni luces, ni información, ni respuesta.
El equipo de AP Cycles descubrió que el problema estaba relacionado con un fallo de cifrado de la llave en el velocímetro. Pero eso era solo la punta del iceberg.
Un error de otro taller: carcasa mal cambiada y conector dañado
El cliente reveló que anteriormente habían llevado la Ducati a otro taller para cambiar la carcasa del velocímetro. Lo que debía ser un trabajo menor se convirtió en un gran fallo: al desmontar el cuadro, dañaron uno de los conectores y posteriormente le dijeron que la única solución era cambiar la pantalla completa.
De hecho, se llegó a romper la placa base del velocímetro, y desde ese momento todo dejó de funcionar correctamente.
La solución oficial: trámites, Ducati… y mucho dinero
Cuando el cliente acudió al servicio oficial de Ducati, la respuesta fue desalentadora: para resolver el fallo, era necesario reemplazar por completo el velocímetro, llevar la moto a Ducati, codificarlo desde cero con las llaves originales, y pasar por una serie de trámites burocráticos y técnicos. Todo esto con un presupuesto que superaba con creces las expectativas del propietario.
La solución de AP Cycles: ingenio, experiencia y un tercio del precio
Lejos de resignarse, en AP Cycles plantearon otra vía. Buscaron un velocímetro de segunda mano, lo adquirieron en buen estado, y recurrieron a una empresa especializada para codificarlo a partir de la llave original del cliente. Una vez reprogramado, lo montaron de nuevo en la Ducati Monster.
¿El resultado? La moto arrancó sin problemas, el velocímetro funcionaba como nuevo y el cliente se ahorró una suma considerable.
“Lo arreglamos por una tercera parte de lo que decía Ducati”, explicaron desde el taller, demostrando que muchas veces el conocimiento técnico y la voluntad de buscar soluciones pueden más que el procedimiento estándar.
Conclusión: experiencia y alternativas para no pagar de más
Este caso es un ejemplo perfecto de cómo un problema electrónico puede complicarse innecesariamente si no se aborda con cuidado. También muestra el valor de los talleres especializados que apuestan por el diagnóstico real y las soluciones prácticas, evitando gastos injustificados y devolviendo a la vida a motos que, en otras manos, podrían haber acabado en un rincón del garaje.
Ducati Monster resucitada, cliente feliz, y un taller que demuestra que hay otra forma de hacer las cosas.