Enseña el desgaste del motor de una KTM 790 con 15.000 kilómetros: "¿Qué está pasando con los fabricantes?"
El mecánico Saúl Martín de Castro, muy conocido en redes por su experiencia y su tono directo, ha lanzado una advertencia que podría preocupar a más de un propietario de KTM 790 Duke. En uno de sus últimos vídeos, el técnico ha mostrado un caso real de desgaste anómalo en el árbol de levas y en la plaquita de arrastre de una unidad con solo 15.000 kilómetros. Su diagnóstico ha sido claro:
“Otra avería de las gordas. ¿Qué está pasando con los fabricantes de las motos?”
Desgaste prematuro en un motor casi nuevo
En el vídeo compartido por Saúl, se aprecia claramente cómo el árbol de levas presenta marcas de fricción muy acusadas, algo que, según explica, no debería verse en una moto con tan poco uso. Lo mismo ocurre con la plaquita de arrastre del sistema de distribución, que muestra signos de deterioro acelerado.
Lo más preocupante no es solo la avería en sí, sino la frecuencia con la que este tipo de desgaste empieza a repetirse en distintas unidades de la 790 Duke. “Esto no es normal. A los 15.000 km, un árbol de levas debería estar casi como nuevo”, insiste.
¿Problemas de materiales o de ensamblaje?
Saúl no acusa directamente a KTM, pero sí lanza una crítica velada al sector:
“No están montando precisamente los mejores materiales de la mejor manera.”
Sus palabras reflejan una preocupación que va más allá de una marca concreta. Los fabricantes están bajo presión constante para reducir costes, y eso, según muchos mecánicos de confianza, se empieza a notar en componentes clave que antes duraban mucho más tiempo.
¿Y si no se detecta a tiempo?
El desgaste del árbol de levas puede derivar en una avería crítica del motor. Si las levas pierden su forma o se dañan en exceso, el sistema de distribución deja de funcionar correctamente, lo que puede llevar a fallos de encendido, pérdida de potencia o incluso roturas internas.
En el peor de los casos, si se rompe una leva o se suelta una plaquita, puede destrozar válvulas, pistones e incluso el cigüeñal, provocando un gripado completo del motor.
¿Qué pueden hacer los propietarios de una 790 Duke?
Aunque no todas las unidades están afectadas, el consejo de Saúl Martín es claro:
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Escuchar el motor: ruidos metálicos, golpeteos o “clics” irregulares pueden ser síntomas.
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Hacer revisiones preventivas, especialmente si la moto ya supera los 10.000 km.
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No retrasar cambios de aceite ni de filtros, ya que una buena lubricación es clave para evitar este tipo de desgastes.
Y sobre todo, acudir a un mecánico de confianza si algo no suena como debería. Como recuerda Saúl, “más vale gastar un poco en revisar que arruinar un motor por completo”.
Una llamada de atención a la industria
Este nuevo caso de avería grave en un motor con bajo kilometraje alimenta una reflexión cada vez más extendida entre usuarios y profesionales:
“¿Estamos pagando por motos de calidad o por marcas que recortan donde no se ve?”
Saúl Martín de Castro no ha sido el único en señalar esta tendencia. Cada vez son más los especialistas que detectan fallos en componentes que antes duraban decenas de miles de kilómetros sin problemas.
Y si bien la 790 Duke es una de las naked más divertidas y equilibradas del mercado, situaciones como esta obligan a KTM —y a la industria en general— a mirar de cerca su política de calidad. Porque una buena moto no puede quedarse solo en sensaciones, también debe durar.