Le dicen que su Kymco "está perfecta" tras llevarla 10 veces al taller oficial y acaba llamando a un abogado
Comprar una moto nueva debería ser una experiencia emocionante, llena de expectativas y confianza en que el vehículo ofrecerá el rendimiento prometido. Sin embargo, para algunos, este sueño puede convertirse rápidamente en una pesadilla. Es lo que le ocurrió a un cliente que adquirió una Kymco Xciting S400 en un concesionario oficial de la marca en la Comunidad Valenciana. La moto, que fue adquirida como una opción con "prestaciones fenomenales", resultó ser un dolor de cabeza desde el primer momento, y el dueño no tardó en enfrentarse a una serie de problemas que llevaron su paciencia al límite.
Un inicio lleno de problemas
Desde el primer día, el cliente comenzó a experimentar fallos en la moto. A pesar de que el concesionario le aseguraba que todo estaba "ok", la Xciting S400 no funcionaba correctamente. Según el cliente, la moto comenzó a presentar dificultades para arrancar, algo que podría ser tolerable si fuera un modelo más viejo, pero no para una moto nueva. A los pocos minutos de arrancarla, parecía más bien como si intentara poner en marcha un viejo Vespino de más de 70.000 kilómetros.
Además de los problemas de arranque, la moto tenía una tendencia peligrosa a apagarse de repente mientras estaba en marcha, lo que ponía en riesgo la seguridad del conductor. El problema no terminó ahí: cuando la moto alcanzaba los 90 o 100 km/h, un extraño ruido metálico, similar a una fricción, comenzaba a escucharse. Este sonido inquietante continuaba mientras el motorista circulaba a esas velocidades, lo que generaba más preocupación sobre el estado de la moto.
¿Cómo respondía el concesionario?
A pesar de ser llevado al taller del concesionario en múltiples ocasiones (alrededor de 4 veces), el cliente no veía avances. En cada una de estas visitas, el personal del concesionario le aseguraba que todo estaba bien, que no había nada de qué preocuparse, pero los problemas persistían. La moto seguía fallando, no arrancaba bien y continuaba con los ruidos metálicos a altas velocidades. La frustración fue aumentando conforme pasaban los días, y el cliente, que confiaba en la calidad de la marca, se sentía cada vez más desesperado.
El cliente, al sentirse impotente, grabó videos de los problemas para tener pruebas de las fallas que mencionaba, algo que finalmente resultó ser clave en el desarrollo de la situación. Sin embargo, incluso con pruebas en mano, el concesionario no ofreció una solución satisfactoria, y el cliente se vio obligado a tomar medidas legales.
La reclamación formal y la respuesta del concesionario
Después de 10 visitas al taller sin que los problemas fueran resueltos, el cliente decidió presentar una queja formal ante la oficina de atención al consumidor. La situación no mejoró, y como último recurso, el cliente acudió a un abogado y presentó una queja legal, acompañada de una advertencia de que, si no se resolvía el problema, acudiría a los tribunales.
La respuesta de Kymco fue tardía, pero finalmente, después de unas dos semanas de la amenaza legal, el concesionario optó por devolverle todo el dinero al cliente, finalizando así el largo proceso. Después de casi dos años de sufrir problemas continuos con su moto, el cliente pudo recuperar su inversión.
Lecciones aprendidas: La importancia de la atención al cliente y la resolución de problemas
Este caso pone de manifiesto varios aspectos críticos que deben ser considerados por los consumidores antes de comprar una moto, especialmente cuando se trata de un vehículo nuevo. En primer lugar, es esencial que los concesionarios respondan de manera rápida y eficaz ante los problemas que los clientes experimentan. No basta con asegurarse de que "todo está bien"; las reparaciones deben ser efectivas y resolver de forma duradera los problemas.
Además, es fundamental que los clientes tengan a su disposición canales efectivos de queja y reclamación, y que estos sean tratados con seriedad y prontitud. En este caso, la intervención legal fue la clave para que el cliente pudiera obtener una resolución satisfactoria, lo que resalta la importancia de contar con mecanismos de defensa ante problemas no resueltos.
Si bien la Kymco Xciting S400 es un modelo que promete un rendimiento excepcional, este caso demuestra que no todas las motos, aunque sean nuevas, cumplen con las expectativas. La calidad y la fiabilidad son elementos esenciales cuando se compra una moto, y es importante que los concesionarios sean conscientes de ello. Los consumidores deben estar atentos a las promesas de los concesionarios y tomar medidas rápidas si los problemas no se resuelven. Afortunadamente, en este caso, el cliente logró una resolución, pero es una experiencia que muchos desearían no haber tenido que atravesar.