SUZUKI

Dice en Wallapop que está "cuidada y revisada" pero al ir a ver la Suzuki se encuentran un cuadro

Suzuki

Cuando ves una Suzuki GSX K7 deportiva, cuidada y con 42.000 kilómetros por 4.300 euros, lo primero que piensas es: “¡Ganga!”. Eso mismo creyó el cliente que contactó con Moto-Check para revisar esta moto que estaba a la venta en Valencia. Pero lo que parecía una compra sencilla y sin complicaciones… terminó revelando varias señales de alerta que podrían haber costado muy caro.

Un viaje, una inspección y varias sorpresas

Como siempre, desde Moto-Check respondieron rápido. Se subieron a su furgoneta y se plantaron en Valencia para inspeccionar a fondo esta GSX que, según el vendedor, estaba en perfecto estado: revisada, cuidada, lista para rodar. Pero claro, cuando alguien dice que está “perfecta”, hay que mirar con lupa.

Y efectivamente, al comenzar la revisión técnica, empezaron a saltar las red flags. Algunas relacionadas con mantenimiento mal hecho o inexistente, otras que implicaban futuras inversiones necesarias en taller para que la moto funcionara con seguridad.

Precio atractivo, pero ojo con lo que no se ve

Es cierto que el precio de 4.300 euros parecía muy competitivo, sobre todo para una moto de estas características. Pero el detalle que muchos compradores pasan por alto es que lo barato puede salir caro si no revisas bien.

Porque al precio de compra hay que sumarle las reparaciones necesarias. Y eso, en una deportiva de más de 40.000 km, puede disparar el coste real.

“Aunque el precio anunciado no estaba nada mal, siempre debéis tener en cuenta las reparaciones que necesita la moto”, advierten desde Moto-Check.

Comprar con cabeza (y con ayuda técnica)

Este caso vuelve a confirmar algo que ya muchos motoristas tienen claro: revisar antes de comprar no es un gasto, es una inversión. Por eso, servicios como el de Moto-Check permiten al comprador tomar decisiones seguras, evitando sorpresas tras la entrega.

En este caso, gracias a la revisión, el cliente tuvo la información necesaria para valorar si merecía la pena asumir el coste real de la moto, una vez sumados los arreglos pendientes.


¿Estás pensando en comprarte una moto usada?

No te fíes solo del brillo de la pintura o de la palabra del vendedor. Lo que importa de verdad es lo que hay debajo del carenado. Y si quieres estar seguro, haz como este cliente: contacta con profesionales como Moto-Check y asegura tu compra antes de rodar.