KAWASAKI

Le dice que las Kawasaki Z900 son "duras" y el mecánico se lo aclara: "Si no lo has hecho bien, saldrán cosas"

Kawasaki Z900

Un reciente intercambio entre el propietario de una Kawasaki Z900 y el mecánico de AP Cycles ha abierto un interesante debate en redes sociales sobre la importancia del mantenimiento preventivo en motos de altas prestaciones. Todo comenzó cuando un usuario presumió de haber vendido su Z900 con 50.000 kilómetros y tras haberle “dado caña”, asegurando que la moto “iba perfecta”.

La Z900, una moto dura… pero no inmortal

La Kawasaki Z900 es conocida por su fiabilidad, potencia y comportamiento noble. Muchos propietarios destacan lo bien que aguanta el paso del tiempo incluso con un uso exigente. En ese sentido, el comentario del usuario refuerza la reputación de la naked japonesa como una máquina “muy dura”, capaz de resistir kilometradas sin apenas inmutarse.

Pero la realidad técnica va un poco más allá de las sensaciones.

La respuesta del mecánico: “Me alegro... pero ojo con el mantenimiento”

El mecánico de AP Cycles respondió con un mensaje claro y directo:

Me alegro un montón de que la hayas vendido con 50.000 kilómetros. Pero hay que hacer las cosas bien para que no se rompan las motos.”

Y es que, aunque muchas motos puedan parecer impasibles al desgaste, ignorar el mantenimiento puede salir caro. Según explica el profesional:

  • A los 35.000 km toca cambiar bujías.

  • A partir de los 40.000 km, es necesario hacer el reglaje de válvulas.

  • Si se ignoran estas revisiones, una intervención que costaría 400 euros puede acabar costando más de 1.000 euros si hay daños.

El caso que desató el debate

Todo este cruce de declaraciones surgió porque un cliente, interesado en comprar una Kawasaki de segunda mano, pidió al taller que revisaran si a la moto se le había hecho el reglaje de válvulas correspondiente. El consejo del mecánico fue tajante:

Si no le han hecho bien el mantenimiento, en uno o dos años te saldrán cosas.

¿Mantenimiento o suerte?

Este episodio pone sobre la mesa una reflexión clave para cualquier motero: por muy buena que sea una moto —y la Z900 lo es—, no hay máquina que aguante eternamente sin cuidados. Ignorar revisiones puede dar resultados a corto plazo, pero los problemas aparecen tarde o temprano.

La fiabilidad mecánica no es sinónimo de inmunidad al desgaste. Y como bien indica el mecánico, el mejor mantenimiento es el que se hace antes de que algo se rompa.


Conclusión:
La Kawasaki Z900 es, sin duda, una moto resistente, pero incluso las más duras necesitan cariño y mantenimiento riguroso. El consejo es claro: si quieres disfrutar de tu moto durante muchos años, hazle las revisiones que tocan, aunque parezca que va perfecta. Porque, cuando se rompe, ya es tarde.