Deslimitan una Honda Transalp 750 y corre como una de MotoGP: "¿En serio coge eso?"
Lo que parecía una tranquila trail media diseñada para rutas mixtas y aventura se ha convertido, tras una preparación radical, en una auténtica bala sobre ruedas. En el taller Lion Max Racing han desmontado por completo la imagen que todos teníamos de la Honda Transalp 750 2025, al mostrar en un banco de potencia una unidad deslimitada que ha alcanzado nada menos que 295 km/h. Sí, has leído bien: una trail de serie convertida en misil tierra-tierra.
De trail lógica a bestia sin control
La Transalp 750, en su versión de fábrica, monta el conocido bicilíndrico en paralelo de 755 cc que también comparten otros modelos como la Hornet. Rinde unos 92 CV de potencia, con una entrega suave y lineal pensada para un uso versátil, ideal tanto para ciudad como para viajes largos por carretera o pistas.
Sin embargo, Lion Max Racing ha decidido llevarla al extremo. Quitaron todos los controles electrónicos (control de tracción, limitador de velocidad, restricciones de par, mapas de motor) y la metieron en banco de pruebas. El resultado ha sido espectacular: la aguja del velocímetro digital ha alcanzado los 295 km/h, una cifra impensable para una moto de su categoría.
¿Cómo es posible semejante velocidad?
Aunque no se han detallado aún todas las modificaciones técnicas, se sabe que el motor fue reprogramado por completo. La ausencia de rozamiento con el aire (al estar en banco) ayuda a que se alcancen cifras que en condiciones reales serían inviables, pero aún así el dato es impresionante y muestra el potencial real oculto del motor.
Es probable que además de la electrónica se hayan optimizado elementos como la inyección, el escape, la admisión o incluso la relación final de transmisión. No obstante, lo que más sorprende es que la base sea una moto pensada para viajes tranquilos y conducción trail. Nadie esperaba que, con una preparación extrema, pudiera rozar los 300 km/h como si fuera una superbike.
Reacciones de la comunidad: entre la fascinación y la incredulidad
Las redes sociales han estallado con comentarios que van desde el asombro hasta el escepticismo. Muchos usuarios no pueden creer que una Transalp alcance esa velocidad, aunque otros —más familiarizados con el mundo del mapping, la electrónica y la optimización de motor— reconocen que el límite muchas veces lo impone la propia programación de fábrica, no tanto el hardware.
La fiabilidad, claro, es otra historia. Esta moto, en su configuración original, no está diseñada para mantener esos regímenes de motor ni esas temperaturas. De ahí que esta preparación se entienda más como una demostración técnica que como algo replicable o recomendable para un uso diario o legal.
¿Qué mensaje deja esta Transalp radical?
Lo que Lion Max Racing ha logrado no es solo una anécdota para los fans de la velocidad. También demuestra que los motores actuales están sobradamente preparados, y que muchas veces es la electrónica la que recorta intencionadamente su rendimiento para adaptarlo a normativas, usos o incluso para dejar espacio a gamas más altas.
Esta hazaña puede verse como una provocación divertida, como un experimento mecánico sin más consecuencias… o como una crítica encubierta a los límites artificiales que muchas marcas imponen a sus productos.
En cualquier caso, esta Transalp desbocada ya es viral, y seguramente abrirá más de una conversación entre preparadores, aficionados y quienes creen que una trail también puede ser una bestia, si se le da libertad.