DUCATI

Se compra una Ducati y se encuentra trozos de plástico en el aceite: "Los engranajes"

El engranaje de teflón de Ducati

Comprar una moto deportiva de alto nivel siempre tiene algo de apuesta. Incluso cuando se trata de un modelo tan deseado y exclusivo como la Ducati 1199R de 2013, una de las superbike más radicales de su época. Eso es exactamente lo que descubrió un nuevo propietario poco después de hacerse con una unidad: fragmentos de plástico en el aceite del motor.

Un hallazgo que, de no haberse detectado a tiempo, podría haber acabado en una avería mucho más grave.

Una señal de alerta que no conviene ignorar

Encontrar restos de plástico en el aceite no es algo habitual ni anecdótico. En motores de altas prestaciones como el de la 1199R, este tipo de residuos suele estar relacionado con engranajes auxiliares, guías o componentes internos sometidos a un gran estrés mecánico.

En este caso, el propietario decidió no mirar hacia otro lado. Pese a reconocer que tiene conocimientos mecánicos bastante limitados, contaba con algo clave: tiempo, paciencia y acceso a muchas herramientas. Así que optó por investigar por su cuenta antes de que el problema fuese a más.

Cinco horas de trabajo para llegar al origen

El proceso no fue sencillo. Llegar hasta los engranajes implicados le llevó alrededor de cinco horas de desmontaje, una tarea nada trivial en una moto tan compacta y técnica como la 1199R. Aun así, el esfuerzo mereció la pena.

La revisión permitió confirmar que los fragmentos procedían de una pieza interna que estaba degradándose progresivamente, algo que habría seguido contaminando el aceite y poniendo en riesgo componentes críticos del motor si no se actuaba a tiempo.

El presupuesto del taller: 1.500 dólares

Antes de meterse en faena, el propietario había consultado con un taller especializado. La respuesta fue clara: unos 1.500 dólares para realizar la reparación. Una cifra que, sin ser desproporcionada para una moto de este nivel, sí invita a reflexionar cuando el problema puede detectarse y atajarse a tiempo.

Los engranajes de teflón de Ducati

Este caso pone de relieve una realidad frecuente en motos deportivas usadas: no todas las averías dan síntomas claros antes de causar daños importantes.

Una advertencia para futuros compradores

Más allá de la anécdota personal, la experiencia sirve como aviso para quienes estén pensando en adquirir una superbike de segunda mano, especialmente modelos extremos como la 1199R:

  • Revisar el aceite usado puede revelar problemas ocultos

  • Los restos de plástico o metal nunca son normales

  • Ignorar pequeñas señales puede traducirse en facturas mucho mayores

En este caso, la revisión preventiva evitó males mayores y permitió actuar antes de que el desgaste afectara a componentes críticos del motor.

Tiempo invertido que sale barato

Cinco horas de trabajo pueden parecer muchas para alguien con experiencia limitada, pero frente a una reparación de cuatro cifras —o a un motor dañado—, el balance es claro. La decisión de parar, revisar y entender qué está pasando fue clave.

Como suele ocurrir en mecánica, especialmente en motos de alto rendimiento, el problema no es lo que se ve, sino lo que se ignora. Y este caso demuestra que prestar atención a los detalles puede marcar la diferencia entre una simple reparación… y una avería muy seria.