Se compra una BMW S 1000 RR y tiene que ir tres veces al taller oficial porque le "estalla" un líquido
Comprar una BMW S1000RR nueva es, para muchos, cumplir un sueño sobre dos ruedas. Hablamos de una superdeportiva de más de 25.000 euros, equipada con tecnología punta, 210 caballos de potencia y una reputación sólida en el mundo de las motos de alto rendimiento. Pero ese sueño puede convertirse en frustración… y eso es justo lo que le ha ocurrido a un cliente que, con apenas 6.000 kilómetros, ya ha tenido que llevar su moto tres veces al taller oficial de BMW en León.
Un problema grave en una moto nueva
Según relata el propietario, la S1000RR pierde anticongelante por el vaso de expansión, un fallo que no debería aparecer en una moto con tan poco uso. Lo más alarmante es que el líquido refrigerante termina esparcido por la moto y el carenado, con los riesgos que eso supone para el funcionamiento mecánico y la seguridad.
“Es una moto carísima y prácticamente nueva. No entiendo cómo puede tener estos fallos. Ya he ido tres veces al taller oficial y el problema persiste”, explica con frustración el propietario.
Una avería rara… pero preocupante
Aunque no hay demasiados casos documentados públicamente con este problema en el modelo 2023, lo cierto es que la pérdida de anticongelante en una moto de este nivel levanta todas las alarmas. El vaso de expansión, diseñado para gestionar la presión y el exceso de refrigerante en condiciones extremas, no debería derramar líquido en un uso normal, y menos aún en una unidad nueva y sin maltrato.
El problema no parece estar relacionado con una conducción agresiva ni con condiciones extremas. El propietario asegura haber tratado la moto con mimo y según las recomendaciones del fabricante.
El precio de la excelencia… ¿y de los fallos inesperados?
La BMW S1000RR es una máquina impresionante, pero no es barata ni está al alcance de todos los bolsillos. Precisamente por eso, los clientes esperan una experiencia sin sobresaltos. Y tener que acudir tres veces al servicio oficial antes de los 6.000 km no solo desgasta la confianza del cliente, sino que deja en entredicho el control de calidad del producto.
¿Qué está haciendo BMW al respecto?
Por el momento, no hay una respuesta oficial de la marca sobre este caso en concreto. En el taller oficial han revisado la moto, pero el problema persiste. El cliente, que confió en la marca por su prestigio, ahora se siente decepcionado y sin respuestas claras.