El "capado" de la BMW R 1250 GS también trae una bajada de consumo a 4 litros a los 100 kilómetros
Las quejas de propietarios de la BMW R 1250 GS tras la última campaña de actualización de software siguen acumulándose. Si en un primer momento algunos usuarios ya reportaron pérdidas de prestaciones y cambios en el comportamiento de la moto, ahora se suman nuevas voces que confirman la misma sensación: la GS no responde como antes.
Problemas en la respuesta del motor
Uno de los aspectos más señalados es la respuesta en sexta velocidad a bajas revoluciones. Antes, según explica un cliente, al abrir gas a 2.500 rpm en modo Dynamic la moto aceleraba con fuerza y sin titubeos. Tras la actualización, lo que nota es lo contrario: vibraciones en todo el conjunto hasta que consigue ganar vueltas, ofreciendo una experiencia muy distinta a la que tenía.
Suspensiones diferentes y comportamiento anómalo
El cambio también se aprecia en la suspensión. El propietario afirma que antes podía viajar con pasajero en modo Road sin problemas, mientras que ahora necesita configurar el modo Dynamic para conseguir la misma estabilidad. Además, se suma un fallo inesperado: en varias ocasiones, al cambiar de primera a segunda, la moto se queda en punto muerto de forma repentina, algo que no había ocurrido nunca antes.
Consumo y vibraciones añadidas
A esta lista de incidencias se añade un detalle que confirma lo comentado por otros usuarios: el consumo de combustible ha bajado de unos 5,5 litros a apenas 4,1 l/100 km. Aunque pueda parecer positivo, muchos motoristas lo relacionan directamente con una reducción de prestaciones.
Un debate que preocupa a los usuarios
Lo que más sorprende a los propietarios es la sensación de estar ante una moto diferente tras la actualización, cuando lo que se esperaba era una mejora en fiabilidad y seguridad. El debate, presente en foros y grupos de usuarios, ya ha generado la eliminación de publicaciones por su tono crítico, aunque quienes sufren el problema insisten en que es necesario encontrar una solución o, al menos, una explicación clara por parte de BMW.
La situación abre un interrogante importante: ¿se está sacrificando la experiencia de conducción en favor de cumplir normativas o ajustes técnicos? Para muchos dueños de la R 1250 GS, la respuesta es evidente: la moto ya no transmite lo mismo.