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Cuenta las averías de su BMW C 650 Sport y se da cuenta de que a muchos les pasó: "Vaya bajonazo"

BMW C 650 Sport y GT

Lo que comenzó como una aventura sobre dos ruedas llena de ilusión terminó en un fuerte "bajón mecánico". Un aficionado a las motos ha relatado su experiencia tras adquirir una BMW C 650 Sport matriculada en septiembre de 2018 (modelo 2019), con apenas 5.200 kilómetros, en perfecto estado aparente… hasta que, de un momento a otro, la moto se paró sin previo aviso.

Una compra a distancia, una sonrisa... y luego el problema

El nuevo propietario, también aficionado a las motos y con experiencia en modelos como la GSX-R o varias Yamaha R1, decidió dar el salto a un maxiscooter deportivo como la BMW C 650 Sport. Tras revisar la documentación y comprobar la autenticidad de los kilómetros, viajó desde Bilbao a Medina del Campo (Valladolid) para recoger la moto. El vendedor fue amable, la moto arrancó fina, la prueba fue satisfactoria y el regreso a casa fue impecable, haciendo más de 350 km por autovía a ritmos legales y sin exigirle demasiado.

Pero al día siguiente, mientras rodaba por ciudad tras una comida, el motor comenzó a sonar raro al ralentí en un semáforo, seguido de pérdida de potencia y un “claqueteo” que puso en alerta al conductor. A los pocos metros, la moto se paró en seco y ya no volvió a arrancar. El motor de arranque gira, pero no consigue mover el motor. Y lo más preocupante: las luces se apagan al intentar arrancar, síntoma de que algo grave puede estar ocurriendo.

“La moto está en el taller y mis sospechas es que el motor se ha agarrado. No lo entiendo… aceite y agua estaban bien, se le había hecho el cambio a los 4.800 km. Me he quedado con una cara… con la ilusión que tenía”.

¿Un motor gripado con solo 5.800 km?

Aunque suena raro, no sería imposible. Otro usuario también ha comentado lo que le pasó al testimonio contando su experiencia con otra unidad C 650, en su caso de 2016, que compró con 32.000 km y sin buen historial de mantenimiento. También se encontró con algunos “vicios ocultos” como fugas de aceite en la transmisión, ralentí inestable y la necesidad de hacer el costoso servicio de los 40.000 km, que incluye reglaje de válvulas, cambio de correa, bujías, rodillos, filtros, patines, etc.

“Es verdad que al principio fue un poco desilusionante, pero decidí asumir el riesgo. Ahora estoy contento, la moto va perfecta. Pero ojo: una unidad con pocos kilómetros que ha estado mucho tiempo parada puede dar problemas, y eso le sienta mal a cualquier máquina”, explica Pepe.

En el caso del comprador de la C 650 Sport de 2018, la baja cifra de kilómetros puede ocultar un largo tiempo de inactividad, algo que puede afectar al motor, a los retenes, a la batería, al regulador o incluso al sistema de inyección. El sonido metálico que escuchó, similar a un “claqueteo”, podría indicar problemas mecánicos serios, pero también hay margen para que sea una avería eléctrica o de alimentación.

Una advertencia para quienes compran motos con pocos kilómetros y muchos años

Este caso sirve como advertencia para los compradores de motos con poco uso pero mucho tiempo paradas: el kilometraje bajo no siempre garantiza fiabilidad. La falta de rodaje, el aceite envejecido en el motor y los ciclos térmicos irregulares pueden generar averías graves, incluso en marcas tan prestigiosas como BMW.

El afectado ha dejado su moto en el taller a la espera de diagnóstico, con la esperanza de que no se trate de un motor gripado. Mientras tanto, otros usuarios esperan saber cómo se resuelve este caso para entender mejor los riesgos ocultos de estas compras aparentemente seguras.