Cuenta las averías de su BMW C 650 Sport y se da cuenta de que a muchos les pasó: "Vaya bajonazo"
La BMW C 650 Sport, a pesar de su enfoque premium y orientación deportiva dentro del segmento de los maxiscooter, está acumulando una serie de averías mecánicas y eléctricas que han sorprendido incluso a usuarios con modelos prácticamente nuevos y pocos kilómetros.
Uno de los problemas más preocupantes que se está reportando es la parada súbita del motor, incluso cuando el scooter aparentemente funciona con normalidad. En algunos casos, tras una jornada sin incidencias, el motor comienza a emitir un ruido metálico o "claqueteo" al ralentí, seguido de pérdida de potencia y apagado total, sin mostrar fallos en el cuadro.
Además, hay situaciones en las que el motor de arranque gira pero no consigue mover el motor principal, y se observa una caída de tensión en el sistema eléctrico, lo que sugiere posibles problemas con el regulador, la batería o el sistema de inyección. Todo esto, incluso en unidades con menos de 6.000 km, hace pensar que no se trata de desgaste por uso, sino de defectos ligados a la fiabilidad de componentes clave o a los efectos del tiempo y la falta de uso.
A esto se suma el elevado coste del mantenimiento preventivo en este modelo, especialmente a partir de los 40.000 km, cuando BMW recomienda hacer un servicio completo con cambio de correa, bujías, rodillos, reglaje de válvulas y revisión de transmisión. Si bien esto es común en scooters de gran cilindrada, el precio del servicio puede alcanzar cifras considerables, lo que reduce la ventaja frente a otros modelos más económicos del segmento.
Los problemas no parecen responder a un patrón único, lo que genera incertidumbre entre los propietarios. La inestabilidad del ralentí, los fallos eléctricos, y los riesgos de gripado por acumulación de aceite viejo en motos con poco uso son señales de alarma para quienes buscan fiabilidad a largo plazo.
En definitiva, aunque la BMW C 650 Sport ofrece una conducción ágil y un rendimiento respetable, los fallos mecánicos y eléctricos que se están dando, incluso en motos con pocos kilómetros, ponen en duda su fiabilidad real y el soporte posventa ante problemas complejos.